¿Resfriado o rinitis? Descubre cómo el propóleo puede ayudarte según la evidencia
El propóleo no es solo un remedio tradicional: su acción antimicrobiana, antioxidante e inmunomoduladora está respaldada por más de 300 compuestos bioactivos. En este artículo descubrirás cómo puede ayudarte a reducir resfriados, aliviar rinitis alérgica y reforzar tus defensas durante las estaciones de mayor exposición. Aprende cuándo y cómo tomarlo, con dosis seguras y aplicaciones basadas en evidencia científica.
ALERGIASSISTEMA INMUNE
Dianelis Fernández Mena
8/13/20253 min read


El propóleo supera el estatus de simple leyenda apícola, pues sus usos tradicionales se hunden en culturas milenarias. Sin embargo, ¿qué avala hoy la investigación científica?
La evidencia bioquímica y los estudios preclínicos respaldan su eficacia en aplicaciones muy concretas: combate infecciones leves, contribuye a la salud bucal y acelera la cicatrización de heridas.
Durante primavera y verano, resulta especialmente valioso para reforzar las defensas frente a las alergias estacionales y los patógenos respiratorios. Tomar propóleo en gotas o jarabe puede:
Reducir la incidencia y duración de resfriados.
Aliviar la congestión nasal.
Modular la respuesta alérgica en casos leves de rinitis.
Estos efectos se explican por la capacidad del propóleo para inhibir la liberación de histamina y mejorar la función de la mucosa respiratoria, fortaleciendo así nuestras barreras naturales.
Propóleo: composición, propiedades y beneficios científicos
El propóleo es una sustancia resinosa que las abejas (Apis mellifera) obtienen de brotes, cortezas y resinas de plantas (sauce, roble, pino, eucalipto, entre otros), mezclándola con cera y enzimas salivares para sellar y desinfectar la colmena. Su composición química varía según la flora local, pero suele contener resinas, ceras, aceites volátiles, polen y cientos de compuestos bioactivos que le confieren su potente actividad biológica.
Dentro de los compuestos más destacados tenemos: Resinas y bálsamos: 55 %, Cera de abeja: 30–40 %, Aceites esenciales y volátiles: 5–10 % y Polen y material orgánico/mineral: 5 %.
Sus beneficios mayoritariamente se atribuyen a los más de 300 fitoquímicos identificados, entre ellos flavonoides (pinocembrina, galangina, quercetina), ácidos fenólicos (cafeico, ferúlico) y ésteres fenólicos, responsables de sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas e inmunomoduladoras.
Como antioxidante, neutraliza radicales libres y protege lípidos y proteínas celulares. Ensayos in vitro con el método ABTS muestran scavenging del 60–85 % según la fuente de propóleo. Como antimicrobiano, inhibe la proliferación de bacterias (Staphylococcus aureus, Escherichia coli) y hongos (Candida albicans) mediante alteración de la membrana citoplasmática y bloqueo de la síntesis de ácidos nucleicos y como antiinflamatorio e inmunomodulador regula las respuestas inflamatorias al inhibir COX y LOX, y potencia la actividad de macrófagos y linfocitos, reforzando las defensas innatas.
A los fenoles y flavonoides presentes en el propóleo se les atribuye un claro efecto antitumoral: inducen apoptosis y disminuyen la viabilidad de diversas líneas celulares tumorales.
En ensayos de Medicina Tradicional comparativos, esta citotoxicidad resulta más pronunciada frente a células de adenocarcinoma colorrectal que frente a líneas leucémicas.
¿Cuándo puedo tomar de este producto?
Cuando quieres un refuerzo del sistema inmune, su mezcla de flavonoides y ácidos fenólicos estimula células de la inmunidad innata, reduciendo la incidencia y la duración de infecciones respiratorias. La elevada actividad antioxidante ayuda a prevenir enfermedades crónicas de base oxidativa, como aterosclerosis y daño hepático.
Como antimicrobiana natural, se emplea en enjuagues bucales y pomadas para controlar infecciones de piel y mucosas, con eficacia frente a cepas resistentes.
Aunque aún en fase experimental, su uso como coadyuvante en oncología y complemento de quimioterapia podría potenciar la apoptosis de células cancerosas y disminuir efectos secundarios.
Su combinación de efectos antiinflamatorio y antimicrobiano acelera la reparación de tejidos y previene sobreinfecciones.
¿Cómo utilizarlo?
Podemos encontrar diferentes formas de presentación y dosificación, la más común son:
Tintura alcohólica (extractos etanólicos 10–30 %): 5–10 gotas, 2–3 veces al día, durante 2–3 semanas.
Geles y cremas tópicas: aplicar sobre la zona afectada 2 veces al día.
Spray bucal: 2–3 pulverizaciones, tras higiene dental.
También se encuentra en extracto líquido (para diluir en agua o miel), jarabes, cápsulas y comprimidos.
Seguridad y contraindicaciones
El propóleo reúne propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antiinflamatorias e inmunomoduladoras respaldadas por ensayos bioquímicos y celulares. Su composición rica en flavonoides y ácidos fenólicos le confiere un abanico de aplicaciones desde refuerzo inmunitario hasta coadyuvancia en terapias oncológicas. Para un uso seguro y eficaz, es fundamental elegir productos de calidad y respetar las dosis recomendadas, especialmente en personas con riesgo de alergia a productos apícolas: riesgo de dermatitis y anafilaxia.

Descubre el poder de la naturaleza para tu bienestar.
© 2025. Gutfer. Todos los derechos reservados