Más Allá de las Estatinas: Estrategias Naturales para Cuidar tu Hígado

El hígado graso puede revertirse con alimentación saludable, ejercicio y suplementos naturales como silymarina, pirrol quinolina quinona , cúrcuma y alcachofa. Estos apoyan la función hepática, reducen inflamación y mejoran la sensibilidad a la insulina

HEPÁTICORESISTENCIA INSULINA

Dianelis Fernández Mena

7/15/20253 min read

Perejil, cardo mariano, tofu, té verde, cúrcuma y otros alimentos que aportan estatinas
Perejil, cardo mariano, tofu, té verde, cúrcuma y otros alimentos que aportan estatinas

El hígado graso no alcohólico (HGNA) afecta a más del 40 % de la población mundial y se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el hígado. Es actualmente la causa más frecuente de enfermedad hepática crónica en el mundo.

Aunque suele ser asintomática, lo que permite que pase desapercibida durante años, en ciertos casos puede progresar hacia esteatohepatitis (inflamación hepática), cirrosis e incluso requerir un trasplante hepático.

Este trastorno se presenta con mayor frecuencia en personas con sobrepeso, resistencia a la insulina o niveles elevados de triglicéridos y colesterol en sangre.

¿Qué papel juegan las estatinas?

Las estatinas son ampliamente utilizadas por su eficacia en reducir el colesterol LDL y prevenir enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no están exentas de efectos secundarios: como daño a nivel muscular, se estima que entre el 5% y el 10% de los pacientes pueden experimentar dolor muscular, debilidad o calambres.

La evidencia sugiere que las estatinas pueden alterar la función mitocondrial en las células beta pancreáticas, afectando la producción eficiente de insulina y reduciendo la sensibilidad a la insulina.

Algunas investigaciones sugieren que ciertas estatinas de alta intensidad y potencia, como rosuvastatina y atorvastatina, podrían afectar la sensibilidad a la insulina más que otras como pravastatina o pitavastatina, consideradas más neutrales en este aspecto.

Dado este panorama, muchas personas buscan enfoques más naturales y complementarios para tratar esta condición.

Como combatir el hígado graso de forma natural

Una de las propuestas es optimizar la alimentación, reducir el consumo de azúcares, carbohidratos refinados y grasas trans, mientras se aumenta la ingesta de fibra dietética, omega-3, y polifenoles.

La actividad física mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a movilizar la grasa hepática.

El uso de productos naturales como el cardo mariano, NAC, curcumina, PQQ han mostrado efectos prometedores en la salud hepática.

La silimarina es un compuesto bioactivo presente en las semillas del cardo mariano (Silybum marianum), ampliamente utilizado por sus propiedades hepatoprotectoras y antioxidantes. Su efecto protector sobre el hígado ha sido ampliamente estudiado siendo beneficioso para el hígado graso no alcohólico, hígado graso alcohólico y la cirrosis hepática. Su acción se debe a su capacidad para estabilizar las membranas celulares hepáticas y estimular la regeneración de los hepatocitos.

La cúrcuma (Curcuma longa) es una planta originaria del sudeste asiático, ampliamente utilizada en la cocina, la cosmética y la medicina tradicional. Su compuesto activo principal, la curcumina, es responsable de sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Sin embargo, aunque la cúrcuma ha sido considerada un "oro en polvo" por sus beneficios, tiene limitaciones que impiden que se convierta en un remedio universal, es necesario consumirlo con pimienta negra y abundante grasa.

La pirrol quinolina quinona (PQQ) es un compuesto similar a las vitaminas que actúa como cofactor enzimático en bacterias y estimula la biogénesis mitocondrial en humanos. Se encuentra de forma natural en alimentos vegetales como perejil, kiwi, té verde y tofu.

Apoya al crecimiento mitocondrial y producción de energía celular, clave durante el desarrollo infantil. Mejora de la función cognitiva y la memoria a corto plazo, útil en etapas de aprendizaje escolar. Potencial antiinflamatorio al reducir marcadores como la proteína C reactiva e IL-6 (en adultos con 20 mg/día).

Mejora la actividad mitocondrial: Estimula el desarrollo y la actividad de las mitocondrias, la fuente de energía de las células, lo que aumenta los niveles de energía y reduce la fatiga.

La alcachofa, cuyo nombre científico es Cynara scolymus, es una planta comestible originaria de la cuenca mediterránea, cultivada por sus beneficios para la salud y su versatilidad en la cocina. Es una aliada natural del hígado gracias a su contenido en cinarina, compuestos que estimulan la producción de bilis, favorecen la digestión de grasas y actúan como potentes antioxidantes. Estos efectos la convierten en un excelente hepato-protector, ayudando a depurar el hígado, reducir la inflamación y proteger sus células frente a toxinas y radicales libres. Ideal para incluir en estrategias naturales contra el hígado graso.