Más allá de la curcumina: descubre el poder oculto de la tumerona en la cúrcuma
La cúrcuma es mucho más que su color dorado. Descubre cómo la sinergia entre curcumina y tumerona potencia la neuroprotección, refuerza la respuesta inmune y combate la inflamación articular. Conoce dosis seguras, recomendaciones de uso y por qué este dúo bioactivo eleva tu bienestar integral.
SISTEMA INMUNEFUNCIÓN COGNITIVA
Dianelis Fernández Mena
8/29/20252 min read


La cúrcuma, conocida también como turmérico (Curcuma longa), es mucho más que una especia aromática proveniente del suroeste de la India: representa un auténtico tesoro natural cargado de beneficios para la salud. Su uso milenario en la gastronomía y la medicina tradicional se debe a su riqueza en compuestos bioactivos, destacando principalmente la curcumina y la tumerona.
Principales componentes de la cúrcuma
Cuando hablamos de cúrcuma, pensamos en su vibrante color oro y su sabor característico, pero detrás de estos atributos se esconden ingredientes valiosos. Los más conocido son los polifenoles donde encontramos tres curcuminoides: curcumina (77 %), demetossicurcumina (17 %) y bisdemetossicurcumina (3 %), pero las investigaciones han demostrado que contiene aceites esenciales bioactivos. Entre los compuestos encontrados en los rizomas, se encuentran pineno, β-mirceno, α-felandreno, p-cimeno, eucaliptol, γ-terpinoleno, α-terpinoleno, β-cariofileno, β-farneseno, γ-curcumeno, ar-curcumeno, zingibereno, β-bisaboleno, α-santalol, β-atlantol, epóxido de humuleno, zingiberenol, ar-tumerona, curlona, tumerona, cetona de artermisia, khusimona y mircenona.
Curcumina vs. Tumerona: ¿cuál es su papel?
Mientras que la curcumina ha sido tradicionalmente la protagonista en investigaciones y suplementos por su capacidad para combatir la inflamación y actuar como antioxidante, la tumerona está ganando terreno en el ámbito científico por sus prometedores beneficios, especialmente en la salud cerebral y el sistema inmune.
Curcumina: más allá del color.
La curcumina, polifenol responsable del color amarillo intenso, destaca no solo por su acción antiinflamatoria y antioxidante, sino también por posibles efectos positivos en el metabolismo, la digestión y la prevención de enfermedades como la artritis, afecciones circulatorias y ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, su absorción en el organismo es limitada, lo que ha llevado al desarrollo de nuevas formas y combinaciones (como la piperina de la pimienta negra) para mejorar su biodisponibilidad y potenciar sus efectos. A nivel molecular, la curcumina actúa en rutas como NF-κB, COX-2 y TNF-α, mostrando un potencial terapéutico amplio.
Tumerona: la protectora del cerebro.
Si bien la curcumina acapara la atención, la tumerona merece su propio reconocimiento. Este sesquiterpenoide se ha vinculado con efectos neuroprotectores, inmunomoduladores y antiinflamatorios. Estudios recientes sugieren su capacidad para estimular la proliferación de células madre neurales, lo que podría abrir nuevas puertas en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson. Además, la tumerona ha mostrado beneficios en la salud articular y el fortalecimiento del sistema inmunitario, así como efectos positivos en la salud intestinal en modelos experimentales.
La turmerona aromática (ar-) se ha sugerido que inhibe la activación de la microglía, una propiedad que podría ser útil en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. Los hallazgos sugieren que este compuesto podría ser un posible fármaco futuro para el tratamiento de trastornos neurológicos, como el ictus y la enfermedad de Alzheimer.
Un dúo para el bienestar
La cúrcuma no solo es una especia deliciosa, sino una verdadera aliada de la salud. La sinergia entre la curcumina y la tumerona potencia sus propiedades, ofreciendo beneficios que van desde la protección celular hasta el apoyo al cerebro y el sistema inmunológico.
Si buscas incorporar la cúrcuma en tu vida, considera suplementos que combinen ambos componentes, o simplemente agrégala regularmente a tus recetas favoritas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha declarado que la cúrcuma es un compuesto seguro. Las dosis seguras en adultos recomendadas por EMA (Agencia Europea de medicamento) son de 1500 - 3000 mg con una ingesta diaria de 210 mg de curcumina, en el caso de la ar- tumerona se han estudiado dosis de 100–200 mg/día (en extracto integral).

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